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La fobia social Vs TDAH ¿como saber si lo tienes?

Actualizado: hace 4 días

Para muchas personas, el enfrentarse a situaciones que impliquen relacionarse con otras puede resultar intimidante. Si esto sucede de vez en cuando, no suele ser un problema. El conflicto empieza cuando dicho miedo inmoviliza, produce ansiedad y la persona no logra desenvolverse con tranquilidad. La fobia social expone un miedo a interactuar con los demás, persistente a este tipo de eventos, lo que dificulta la interacción con otras personas en el medio. Veamos un poco más sobre la fobia social y por qué surge este miedo de interactuar con otros. 

La fobia social Vs TDAH ¿como saber si lo tienes?

Miedo a interactuar con los demás:

Características de la fobia social

Este trastorno está marcado por un intenso miedo o ansiedad a las situaciones en las que se está expuesto a ser analizado por los demás. Esto debido a que la persona que lo padece tiene miedo a ser evaluada de forma negativa. Es decir, de ser juzgada como una persona “débil”,” aburrida”, “desagradable”, etc. Por dicha razón, teme actuar de determinadas maneras.

 

Cuando la fobia social coexiste con el TDAH, se produce una interacción compleja entre ambos trastornos:

 

1. Amplificación de síntomas: El TDAH puede exacerbar los síntomas de la fobia social. La impulsividad y la dificultad para regular la atención pueden llevar a comportamientos socialmente inapropiados, aumentando así la ansiedad social.

 

2. Dificultades en habilidades sociales: Las personas con TDAH a menudo tienen problemas para interpretar señales sociales sutiles. Esto, combinado con la ansiedad social, puede resultar en interacciones sociales más complicadas y estresantes.

 

3. Evitación social: La combinación de ambos trastornos puede llevar a una mayor tendencia a evitar situaciones sociales, lo que refuerza el ciclo de ansiedad y aislamiento.

 

4. Problemas de autoestima: Tanto el TDAH como la fobia social pueden afectar negativamente la autoestima, lo que puede agravar los síntomas de ambos trastornos.

 

5. Desafíos en el tratamiento: La presencia de ambas condiciones puede complicar el abordaje terapéutico, requiriendo estrategias que aborden simultáneamente los síntomas de ansiedad social y los del TDAH.

 

En muchas ocasiones, la fobia social puede evidenciarse por la manifestación de síntomas de ansiedad como sudoración, rubor, temblores, la incapacidad de mantener la mirada o comunicarse adecuadamente.


En otras situaciones, quien la presenta tiene miedo de ofender a los demás y, consecuentemente, ser rechazado por su grupo social. La dificultad que enfrenta es significativa, por lo cual requiere de intervención. Con esto, la falta de la misma, puede provocar que la persona no se desenvuelva con naturalidad o inhiba su conducta por el miedo a ser juzgada. Por otro lado, aunque este trastorno suele empezar con mayor frecuencia en la adolescencia, puede comenzar a gestarse antes.


Causas de La fobia social Vs TDAH

Como sucede con muchas otras enfermedades de salud mental, el trastorno de ansiedad social probablemente surge de una interacción compleja de factores biológicos y ambientales. Entre las causas posibles se incluyen las siguientes:

Atributos hereditarios. Los trastornos de ansiedad suelen ser hereditarios. Sin embargo, no está completamente claro hasta qué punto pueden deberse a la genética o a conductas adquiridas.


Estructura del cerebro.

Una estructura del cerebro llamada «núcleo amigdalino» puede influir en el control de la respuesta ante el miedo. Las personas que tienen un núcleo amigdalino hiperactivo pueden tener una respuesta exacerbada ante el miedo, la cual causa un aumento de la ansiedad en situaciones sociales.


El entorno. 

El trastorno de ansiedad, y La fobia social Vs TDAH, puede ser una conducta adquirida. Algunas personas pueden desarrollar esta afección después de una situación social desagradable o incómoda. Además, puede existir una relación entre el trastorno de ansiedad social y los padres que modelan un comportamiento ansioso en situaciones sociales y que son más controladores o protectores con sus hijos.

 

Diagnóstico de la fobia social

Enumeramos a continuación las puntualizaciones que realiza la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-V, en inglés) para la valoración clínica de la fobia social:

Síntomas emocionales y conductuales


Los signos y síntomas del trastorno de ansiedad social comprenden la persistencia de lo siguiente:

  • Temor a situaciones donde podrías ser juzgado

  • Angustia por sentirte avergonzado o humillado

  • Temor intenso de interactuar o hablar con extraños

  • Temor a que los demás noten que estás ansioso

  • Temor a tener síntomas físicos que puedan causarte incomodidad, como sonrojarte, sudar, temblar o que te tiemble la voz

  • Dejar de hacer algunas actividades o dejar de hablar con ciertas personas por miedo a sentirte avergonzado

  • Evitar situaciones donde puedas ser el centro de atención

  • Tener ansiedad en los momentos previos a enfrentar una situación o actividad que te da miedo.


Miedo intenso o ansiedad durante las situaciones sociales

Después de una situación social, analizar tu desempeño e identificar fallas en tus interacciones, esperar las peores consecuencias posibles de una experiencia negativa en una situación social.


Síntomas físicos

A veces, hay signos y síntomas físicos que pueden acompañar el trastorno de ansiedad social y pueden ser:

  • Enrojecimiento

  • Latidos rápidos del corazón

  • Temblores

  • Sudoración

  • Malestar estomacal o náuseas

  • Dificultad para respirar

  • Mareos o aturdimiento

  • Sensación de que tu mente se quedó en blanco

  • Tensión muscular


Evitar situaciones sociales comunes

Las experiencias comunes y de todos los días que pueden ser difíciles de soportar cuando padeces un trastorno de ansiedad social son, por ejemplo:

  • Interactuar con personas desconocidas o extraños

  • Asistir a fiestas o reuniones sociales

  • Ir al trabajo o a la escuela

  • Iniciar la conversación

  • Hacer contacto visual

  • Tener citas

  • Entrar a una habitación donde los demás ya estén sentados

  • Devolver artículos a una tienda

  • Comer frente a los demás

  • Usar un baño público


Los síntomas del trastorno de ansiedad social pueden cambiar con el tiempo. Pueden exacerbarse ante exigencias o situaciones de estrés. Aunque evitar situaciones que produzcan ansiedad puede hacerte sentir mejor a corto plazo, es probable que tu ansiedad continúe en el largo plazo si no recibes tratamiento.

¿Por qué es importante la intervención en estos casos?


La fobia social es un trastorno altamente asociado al abandono escolar, incomodidad laboral, escolar y productiva, y en general, a una alteración en el bienestar de quien lo padece.


En muchas ocasiones, puede producir que la persona se aísle o le cueste establecer vínculos con otras, como resultado, puede dificultar que encuentre un trabajo estable, por ejemplo. Esto es, puede convertirse en un obstáculo impidiendo desenvolverse con tranquilidad frente a los demás.

signos y síntomas de la fobia social

Medidas de intervención 

Es importante detectar lo más pronto posible los síntomas que puedan estar relacionados a la fobia social. De esta manera, se puede realizar un plan de intervención adecuado que permita a la persona mejorar su sensación frente a la exposición social. Entre los ejemplos propuestos por Ballesteros y Labrador  (2018), encontramos: 

  • Terapia cognitivo conductual enfocada al control de estímulos, reestructuración cognitiva, desactivación cognitiva, solución de problemas y prevención de recaídas.

  • Psicoeducación.

  • Técnicas de relajación.

  • Entrenamiento de habilidades sociales.

  • En ocasiones, puede ser oportuno el tratamiento farmacológico.


Complicaciones

Si no se trata, el trastorno de ansiedad social puede controlar tu vida. La ansiedad puede interferir con el trabajo, la escuela, las relaciones o la capacidad para disfrutar la vida. Este trastorno puede provocar:

  • Baja autoestima

  • Problemas para ser asertivo

  • Diálogo interno negativo

  • Hipersensibilidad a las críticas

  • Habilidades sociales deficientes

  • Aislamiento y relaciones sociales difíciles

  • Logros académicos y profesionales deficientes

  • Abuso de sustancias, por ejemplo, beber demasiado alcohol

  • Suicidio o intentos de suicidio


Otros trastornos de ansiedad y algunos otros trastornos de salud mental, en particular el trastorno depresivo mayor y los problemas de abuso de sustancias, suelen acompañar al trastorno de ansiedad social.


Vivir con fobia social y TDAH ha sido un desafío constante en mi vida. Durante años, me sentí atrapado en un ciclo interminable de ansiedad y frustración. Cada interacción social se convertía en una batalla interna, donde mi mente se dividía entre el miedo paralizante al juicio ajeno y la incapacidad de mantener mi atención enfocada.

 


Vivir con fobia social y TDAH ha sido un desafío constante en mi vida. Durante años, me sentí atrapado en un ciclo interminable de ansiedad y frustración.

El diagnóstico correcto fue el primer paso crucial en mi camino hacia la recuperación. Cuando finalmente visité a un neuropsicólogo especializado, fue como si alguien encendiera una luz en la oscuridad que me rodeaba. Comprender que mis dificultades tenían un nombre y una explicación me dio un alivio indescriptible. Ya no era simplemente "defectuoso" o "inadecuado"; estaba lidiando con condiciones reales que podían ser abordadas.

 

La terapia de apoyo se convirtió en mi faro de esperanza. A través de sesiones regulares, aprendí a desafiar mis pensamientos negativos automáticos y a desarrollar estrategias para manejar tanto mi ansiedad social como mis síntomas de TDAH. Poco a poco, comencé a ver mejoras significativas en mi vida cotidiana.

 

Aprendí técnicas de mindfulness que me ayudaron a anclarme en el presente, reduciendo la tendencia a divagar propia del TDAH y mitigando la ansiedad anticipatoria de la fobia social. Las habilidades de comunicación que adquirí me permitieron expresarme con mayor claridad y confianza en situaciones sociales.

 

El camino no ha sido fácil, y ha habido momentos de duda y retroceso. Sin embargo, cada pequeño éxito, cada interacción social positiva, se convirtió en un recordatorio de mi progreso y me inspiró a seguir adelante.

 

Hoy, aunque aún enfrento desafíos, me siento como una persona diferente. Puedo participar en reuniones sociales sin que el pánico me abrume. Soy capaz de mantener conversaciones significativas sin que mi mente se disperse constantemente. He redescubierto la alegría de conectar con otros y de perseguir mis metas sin que el miedo me paralice.

 

Mi experiencia me ha enseñado que, con el apoyo adecuado, es posible superar los obstáculos que el TDAH y la fobia social imponen en nuestras vidas. Si te identificas con mi historia, si sientes que estás luchando solo contra estas condiciones, te insto a que des el paso que yo di.

 

No tienes que enfrentar estos desafíos en soledad. En Educa Mente Mx. encontrarás un equipo de profesionales dedicados que entienden la complejidad de vivir con TDAH y fobia social. Ellos pueden ofrecerte el diagnóstico preciso y el apoyo terapéutico que necesitas para comenzar tu propio viaje hacia la recuperación.

 

Da el primer paso hoy. Contacta al Centro Terapéutico Especializado y descubre cómo puedes transformar tu vida, tal como yo lo hice. No dejes que el TDAH y la fobia social controlen tu destino. Con el apoyo adecuado, puedes superar estos desafíos y vivir la vida plena y satisfactoria que mereces. Tu futuro más brillante comienza con una llamada. ¡Hazla ahora!

 Con el apoyo adecuado, puedes superar estos desafíos y vivir la vida plena y satisfactoria que mereces. Tu futuro más brillante comienza con una llamada.

Prevención

No hay forma de predecir qué hará que una persona padezca un trastorno de ansiedad, pero puedes tomar medidas para disminuir la repercusión de los síntomas si eres ansioso:

Pide ayuda enseguida. La ansiedad, al igual que muchas otras afecciones de salud mental, puede ser más difícil de tratar si no buscas ayuda de inmediato.

Lleva un diario personal. Llevar un registro de tu vida personal puede ayudarte a ti y a tu profesional de salud mental a identificar cuál es la causa del estrés y qué parece ayudarte a sentirte mejor.


Establece prioridades en tu vida. Puedes disminuir la ansiedad si administras bien tu tiempo y tu energía. Asegúrate de dedicarle tiempo a hacer cosas que disfrutas.

Evita el consumo de sustancias no saludables. El consumo de alcohol y de sustancias, e incluso de cafeína o nicotina, puede provocar o empeorar la ansiedad. Si tienes una adicción a estas sustancias, dejarlas puede provocarte ansiedad. Si no puedes dejarlas solo, consulta con tu proveedor de atención médica o busca un programa de tratamiento o un grupo de apoyo que te sirva.

 

Conclusión

El viaje de superar la fobia social cuando se tiene TDAH es una travesía transformadora que ilumina la importancia crucial del diagnóstico preciso, la intervención oportuna y la perseverancia personal.

 

El diagnóstico correcto actúa como una brújula en un mar de confusión. Nos permite entender que nuestras luchas no son defectos de carácter, sino desafíos neurológicos reales que pueden abordarse. Este conocimiento no solo alivia la carga emocional, sino que también abre la puerta a tratamientos específicos y efectivos.

 

La intervención profesional, por su parte, es el puente que conecta el entendimiento con la acción. A través de la terapia y el apoyo adecuado, adquirimos las herramientas necesarias para navegar el complejo terreno de nuestras mentes. Aprendemos a gestionar la impulsividad del TDAH mientras desafiamos los pensamientos distorsionados de la fobia social, creando un equilibrio que antes parecía inalcanzable.

 

La superación, aunque desafiante, es un testimonio del potencial humano para el crecimiento y la adaptación. Cada pequeño triunfo sobre nuestros miedos, cada momento de claridad en medio de la distracción, se convierte en un peldaño hacia una vida más plena y satisfactoria.

 

Este proceso no solo nos beneficia individualmente, sino que tiene un efecto dominó en nuestro entorno. Al mejorar nuestra capacidad para interactuar y contribuir socialmente, enriquecemos nuestras relaciones, carreras y comunidades. Nos convertimos en ejemplos vivos de que el cambio es posible, inspirando a otros que puedan estar luchando en silencio.

 

La superación de la fobia social en el contexto del TDAH no es meramente sobre eliminar síntomas; es sobre reclamar nuestro derecho a una vida rica en conexiones y experiencias. Es un recordatorio de que, con el apoyo adecuado y la determinación personal, podemos reescribir nuestras narrativas, pasando de sentirnos víctimas de nuestras condiciones a convertirnos en arquitectos de nuestro propio bienestar.

 

Si estás en el inicio de este viaje, o si has estado luchando en silencio, recuerda que dar el primer paso hacia el diagnóstico y el tratamiento es un acto de valentía y amor propio. No estás solo en esta travesía, y el futuro está lleno de posibilidades que quizás aún no puedas imaginar.

 

Te invito a que tomes acción hoy mismo. Contacta con nosotros, y da ese primer paso hacia tu transformación. Tu futuro yo te lo agradecerá. Recuerda, el camino hacia una vida más plena y satisfactoria comienza con una decisión. Esa decisión está en tus manos. ¿Por qué esperar? Tu viaje hacia la superación y el autodescubrimiento puede comenzar ahora mismo.


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